Ordenando mi cuarto -cosa que no hacía desde hace algún tiempo- me topé con una serie de papeles, libros, revistas y manuscritos que había olvidado que existían, una serie de documentos que creía perdidos o ya pasados de moda dentro de mi ritmo de vida actual. Mis primeros apuntes de cocina, la estandarización del Majarete de mi abuela, parte de mi colección de revistas de "Cocina y Vino" y mi primera reseña en prensa son parte de los papeles olvidados en mi habitación. Recordé como si hubiera sido ayer cuando me puse por vez primera mi chaqueta de cocina, cuando era un muchacho de 18 años con un montón de sueños en los que creía, y hoy había dejado de creer, o mas bien, ya había olvidado. Ocurre que con el pasar del tiempo las motivaciones cambian, lo que ayer era importante ya no lo es hoy, que los avatares de la vida te van cambiando poco a poco sin que te des cuenta, y pasas a ser una suerte de "zombie" que hace las cosas sin alguna motivación, solo las haces sin caer en cuenta de las repercuciones que tus acciones pueden conllevar. Así, hoy he vuelto a ver con claridad la importancia de mis acciones, hoy abrí los ojos y volví a ver la motivación de las cosas que hago día a día. Todo esto me crea un poco de nostalgia por haber perdido esa chispa que me hacía mover cada día, me da nostalgia por no saber hoy a donde exactamente voy, porque desafortunadamente vivo en un país mal gobernado, donde los sueños se esfuman día a día y cada vez es mas cuesta arriba lograr los propositos deseados. O tal vez la adultéz me fue limitando poco a poco el deseo utópico que tenía hace 6 años y he ido cayendo en una realidad que cada vez que la veo, se ve mas nublada.
Quizás por eso Peter Pan no quería crecer, la inocencia de la juventud te empuja a hacer cosas imposibles, y la sensatez de ser adulto te limita de la misma forma. Hoy decidí volver a ser un muchacho, ya no de 18, sino de 24 años que sueña con crecer pero seguir siendo niño, motivado por ese deseo utópico del que ya hablé. Hoy quiero volver a ser el que trabajaba por un futuro que tal vez no veré. ¿Pero quien me quita la ilusión de querer estar donde quiero estar?...
lunes, 24 de mayo de 2010
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1 comentario:
es correcto caballero, la cosa esta en tener la certeza real en donde se quiere estar y como se quiere estar. Saludos.
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