miércoles, 6 de febrero de 2008

Margarita y sus bondades


Al hablar de la isla de Margarita, pensamos en un paraíso rodeado de aguas, que encierran una belleza inigualable e indescriptible. Dentro de los limites que la conforman, podemos encontrar una serie de productos, que, sin temor a equivocarme, nos proporcionan una calidad y sabor increíble, que no se comparan con la de ningún lugar en Venezuela y en el mundo.
Encontramos desde vegetales y verduras, propias de nuestro país, hasta pescados y mariscos dignos de exportación hacia cualquier restaurante galardonado con estrellas Michelín.

Dentro de esta extensa gama, conseguimos, ajíes dulces de un sabor bien particular, puesto que tienen una mayor cantidad de sal dentro de su estructura, consecuencia de las ricas y fértiles tierras margariteñas, y de la cercanía que hay con el sodio y el potasio, propios del mar Caribe. Por otra parte, se encuentran tomates enormes con sabores bien marcados, dulce, ácido y salado, ¡todo en un solo tomate!.

Pescados y mariscos, que hablando coloquialmente, se consiguen "pa' tirar pa' arriba". Corocoro, carite, sardina, pargos, mero, y el popular cazón, solo por mencionar los más conocidos. Chipi chipi, guacuco, mejillones, erizos, caracoles y el famoso botuto, son otros de los productos que allá encontramos frescos en cada esquina y mercado.

Ni hablar de la gastronomía propia del lugar, empanadas elaboradas con los ingredientes ya nombrados, que quien las probara, quedaría enganchado con la isla sin oportunidad de mirar atrás. Sazón propia, pasada de generación en generación, manifestada en platos tan emblemáticos como el pastel de chucho y el pargo relleno. Cocteles playeros, llenos de frescura como el "Vuelve a la vida", el "Rompe colchón" y el "7 Potencias"; elaborados de la mejor manera, con langostinos, camarones y hasta langosta fresca.

Estas, y otras, son las razones por las que a mi parecer, tenemos un país lleno de contrastes y sabores, fruto del mestizaje y de los productos de primera calidad.

Conociendo estas bondades, no me extraña que los cocineros venezolanos salgan a formarse a Europa y Estados Unidos, y vuelvan añorando su país, y esta isla que nos mueve a todos los que somos venezolanos; y hasta a algunos que lo son, no por nacimiento, sino por convicción.

Adrián Yánez Guerrero.
Foto: www.aeropuertoislademargarita.com

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